Novedades Día a Día | Notas de Interés | Perlitas | Mails 2006 | Mails 2007 | ||||||
Links Afines | Arte y Cultura | Mails 2005 |
|
|||||||
ARTE y CULTURA
Pequeña reflexión sobre la exposición (artística?) "Evolución" exhibida en la Sala La Naturaleza en el Arte del MACN (Ilustraciones de lo expuesto por Melendi)
Desde luego que el Arte es polémica, provocación,
expresión, comunicación, debate y conflicto.
Desde luego que el Arte es una de las formas, tal vez la más primitiva,
de conocimiento junto al conocimiento revelado (religión) y al conocimiento
objetivo y racional (ciencia). Este enunciado es también para algunos
opinable y está bien que así lo sea.
Desde luego que también, definir qué es una obra artística
es un problema del Arte.
Si admitimos, como en general se admite, que no todo acto creativo es una obra
de Arte, deben existir palabras para denominar los hechos no artísticos.
Juego, pasatiempo, broma podrían ser algunas de las palabras para referirse
a esas "cosas", tal vez inéditas o singulares, para las que
obra de arte o manifestación artística resulta inoportuno, impropio
o inexacto.
¿Son los dibujos de mi vecino de 8 años obras de arte?
¿Serán las expresivas grafías y tallas en las paredes de
los baños públicos obras de arte?
¿Serán las creativas manualidades propuestas por el canal Utilísima
Satelital obras de arte?
¿Serán los dibujos colectivos en jardines de infantes obras de
arte?
Podría seguir con los ejemplos.
¿Qué es una obra de arte?
¿Quién otorga esa calificación?
Las respuestas admiten cierta, sólo cierta, polémica.
Las respuestas exigen, sí exigen!, Por lo menos algo de conocimiento
artístico o de sentido artístico o de sensibilidad artística
y a veces, si me apuran, sólo sentido común.
¿Cuál es la diferencia entre una obra artística y una que
no lo es?
Hay límites, tal vez sutiles, que las diferencian. Esos límites
existen, se conocen.
Administrar una sala de arte y lo que en ella se expone tiene, entre otras cosas,
responsabilidades ineludibles y exige cierto conocimiento. Tener gusto por el
arte es necesario pero no suficiente. Con la voluntad tampoco alcanza. A mi
querida madre le gusta el arte, tiene su estética, pero sería
un disparate y una irresponsabilidad ponerla a administrar una sala de arte
o una sala cultural. Tiene, mi querida madre, gusto y tal vez voluntad aún
a sus 80 años. Lamentablemente le falta conocimiento pero le sobra sensatez
para admitir que no puede ser curadora o administradora de arte.
Además de haber estudiado ciencias exactas y naturales tengo desde mi
infancia inclinaciones estéticas. Inclinaciones que me han llevado a
estudiar arte formalmente; a indagar en el arte y a practicar, sin considerarme
ni pretender ser un artista, esta forma de expresar subjetividades y sensaciones.
He leído y polemizado sobre arte. He escuchado a grandes artistas y creo
haber aprendido algo. Aún lo hago. No hablo desde el desconocimiento.
El MACN ha creado, entre todas las impresionantes creaciones de la gestión
actual, una sala denominada "Sala la Naturaleza en el Arte". Es bueno
y meritorio que en un museo público exista un lugar para las artes, sobre
todo cuando se trata de un museo de ciencias naturales como el nuestro (es nuestro
porque es público). Es interesante intentar, cuanto menos intentar, difundir
lo no difundido: la conjunción entre las formas y procesos naturales
y el arte. Para hacerlo hay que saber o adquirir ese saber.
A cerca de la sala se plantean entonces algunas preguntas:
¿Cuales son los criterios de calidad mínima que una obra debe
tener para ser expuesta?
¿Quién o quienes seleccionan?
¿Se expone lo que reúne determinado estándar de calidad
o "metemo lo que venga, metemo"? (enfatizo esta forma de decirlo ).
Actualmente en dicha sala se encuentra expuesta la muestra de "artes plásticas"
Evolución de los artistas Juana Newmann y Pablo La Padula (obra colectiva).
El contenido, la forma y la técnica de esta obra colectiva es como mínimo
de dudosa calidad. Es decir su aptitud en cuanto obra artística, no permite,
de ninguna forma, alcanzar la calidad mínima para ser expuesta en una
entidad como nuestro museo, sobre todo cuando muchas de sus autoridades y subautoridades
culturales manifiestan preocuparse por el prestigio de la institución.
(¿Qué es el prestigio? ¡Qué pregunta!)
Lo confuso por decir algo, del mensaje o sensación que expresa y genera
la obra, se agrava por su título y el ámbito donde, triste y patéticamente
se expone. La obra alude a la Evolución en el ámbito de un museo
de ciencias naturales, que para colmo no expone en ninguna de sus salas el proceso
evolutivo (la Evolución) como un todo, resultando innecesario mencionar
aquí la importancia que este proceso tiene dentro de las ciencias naturales
y para la comprensión del mundo natural.
De la técnica empleada y la disposición espacial habría
mucho por decir. Tal vez la intención inicial de la obra nace de una
idea interesante, pero luego en su realización se malogra y desnaturaliza.
Fue un intento, sólo eso y sólo eso no la convierte en una obra
de arte o una obra colectiva que pueda o deba ser expuesta en nuestro museo.
Sus autores no tienen responsabilidad sobre su exposición, sólo
intentan, a través de ella, expresar algo (¿han querido expresar
algo?). Quienes sí tienen toda la responsabilidad sobre su exposición
en la sala del museo son las autoridades institucionales y quien se encuentra
a cargo de su administración y gestión. Su responsable demuestra,
en este caso, carencia de conocimiento artístico y crítico, por
lo menos en este campo de las artes.
A todos los responsables les sugeriría que reflexionaran sobre lo que a continuación les propongo, les puede ayudar en su interés por el arte y su gestión:
Una cosa es que me guste el arte y otra cosa es saber de arte.
Una cosa es creer que se sabe de arte y otra cosa es saber de arte.
Una cosa es la soberbia de un gran artista y otra cosa es la soberbia de quien
cree que sabe, pero no sabe.
Finalmente debo recordar que las autoridades de la Institución (Director, Vicedirector y Consejo Directivo) son responsables, entre otras cosas, sobre la calidad de lo que se expone en la sala aludida y que si han tenido la interesante idea de crearla, deben también preocuparse y ocuparse de su gestión y no pretender tenerla ocupada exponiendo cualquier cosa.
NB: les puede servir leer, entre la abundante bibliografía
disponible, por ejemplo: Arte y Percepción Visual (L. Wintler) o Teorías
del Arte (A. Hauser) o Lecciones de Arte ( L. da Vinci) o Historia del Arte
(E.H. Gombrich) o las innumerables obras de La Bahuaus o de la Escuela de Ulm
o si no disponen de tiempo y quieren algo rápido y fácil, leer
Arte para Principiantes que se consigue por poca plata en cualquier librería.
En esas obras van a encontrar el índice de todo lo que no deberían
ignorar sobre Arte y como dice Phenella en “The Unwritten Comedy”:
"conocer determinada categoría de cosas que uno ignora es el principio
de la sabiduría".
Deseo recordar también que en nuestro museo existen colegas con conocimientos
artísticos que si son consultados, de buenas maneras, realizarían
valiosos aportes. Si así ustedes lo hicieran podrán algún
día saber discernir, por lo menos en el campo de las artes plásticas,
entre una obra de arte y una que no lo es y entre lo que vale la pena exhibir
y lo que no se debe exhibir. Intenten ingresar al mundo del Arte; tienen la
oportunidad y además su responsabilidad se los exige.
Daniel L. Melendi . CONICET-MACN Julio, 2005